sábado, 9 de diciembre de 2023

 




Un hombre sin tiempo ni palabra

 

Se levantó, se miró al espejo, peinó sus canas y se puso a canturrear.

Bebió el café, se abrigó, salió a la calle a dar su caminata matinal.

Le llamó la atención el silencio. Ni gritos, ni bocinazos a pesar de que una multitudinaria manifestación transitaba la avenida.

Puso empeño en escuchar, pero sus oídos acusaban silencio.

Asustado, regresó a su hogar.

Se paró frente al espejo, peinó sus canas, se sentó a tomar el humeante café, miró la hora y se dio cuenta de que era la misma desde el despertar.

Quiso gritar y no pudo.

El tiempo y la palabra lo habían abandonado.