Era la fiesta de egresados del grupo del
Politécnico de Rosario. En el brindis final, los diez amigos se
prometieron conmemorar esa fecha treinta años después en Nueva York.
Los años corrieron muy de prisa y llegó la fecha anunciada.
Algunos habían triunfado en sus profesiones, otros aún la peleaban, lo
que hizo despertar dudas sobre el cumplimiento de la promesa.
Ariel, que había cosechado éxitos en su empresa puso fin a la discusión y
propuso costear el viaje; no dejó margen para réplicas.
Sayfullo Saipov hacía siete años que vivía en Estados Unidos. Manejaba
un taxi para la empresa Uber y mientras esperaba el llamado de futuros
clientes en un oscuro departamento en los extramuros de la gran manzana
navegaba en las redes.
Así selló su amistad con un grupo radicalizado que respondía a Isis.
Debía demostrar su fidelidad llevando a cabo una tarea que le fue
solicitada. Sería su bautismo de iniciación.
Siete días llevó a los amigos rosarinos organizar el viaje, siete días le llevó al inmigrante uzbeko preparar el atentado.
La jornada amaneció espléndida en Nueva York y los diez amigos
decidieron alquilar motos para realizar un paseo por la ribera del
Hudson.
Llegaron a la gasolinera y bromearon sobre quién pagaría la carga de combustible. Con un sorteo zanjaron las dudas.
El día de la prueba de fuego había llegado y Sayfullo estaba dispuesto
a llevar su cometido dando muestras de un gran profesionalismo; quería
ganarse la aprobación de su nuevo grupo de referencia.
Le habían indicado que en la gasolinera encontraría una camioneta
aparcada, debía retirar las llaves ocultas en un armario en el baño,
tomar el vehículo y dirigirse a una zona céntrica muy concurrida.
Cuando divisó a los diez amigos juntos, no dudó un instante en que el
destino le brindaba la oportunidad antes que él la buscara.
Retiró del casillero la llave , no necesitó leer las instrucciones que
estaban junto a las mismas pues en su mente ya se había instalado una
idea.
Los amigos tomaron la carretera en fila, con marcha lenta pues querían
disfrutar cada instante del día. Detrás, el terrorista encendió las
luces de la furgoneta, salió raudamente de la gasolinera y apretó el
acelerador a fondo…
Lo que acabo de leer me ha hecho recordar uno de los telediarios que he visto y escuchado últimamente, por eso no me ha resultado impactante.
No sé si tu intención ha sido rendirle un homenaje a ese grupo de académicos que fueron cobardemente asesinados.
Si ha sido así, me uno respetuosamente a guardar la memoria de los fallecidos y condenar a esos fanáticos radicalizados que siembran el terror en cualquier parte del mundo.
Veo que has cambiado el medio de transporte que utilizaron, ya que ellos iban montados en bicicleta cuando fueron arrollados por el terrorista. Claro que una bicicleta no necesita repostar gasolina.
En cuanto al reto, a pesar de que el grupo de amigos y el terrorista han coincidido durante algún tiempo en la gasolinera, la escena del atropello mortal sucede fuera de la gasolinera.
En general, tu historia me ha gustado.
Felicidades.
A todos en Baires nos ha golpeado esta historia.
Me gusta que le hayas sacado el tono periodistico y la conviertas en algo humano.
Me ha gustado tu relato, ahora se lee mucha novela de no ficción ( carrere, Cercas, el gran precursor Capote) pero no relatos cortos. Ha sido una gran idea.
Pero creo que no se ajusta exactamente al reto “que el relato tenga lugar en una gasolinera como único escenario.”
En cualquier caso es un gran relato. Enhorabuena.
Buen relato. Tiene alguna frase tan larga que casi me quedo sin aire, deberías poner alguna coma. Estoy de acuerdo con los comentarios que ya te han hecho, demasiado estamos viviendo está escena en los telediarios…
Buen trabajo, saludos
Creo que el relato nos ha llevado a todos al lugar correcto.
Quizás lo que más me ha gustado sea la descripción de la calma previa al evento.Dedicamos a veces mucha reflexión a los momentos posteriores al horror, pero hay algo extraordinario en los momentos previos, que ya constituyen una historia por sí mismos.
Si te ayuda, me gustaría decirte que las comparaciones explícitas ayudan a que el relato sea más vívido. Veo que lo haces muy acertadamente al comparar la duración de los preparativos del viaje y el ataque. Tal vez desarrollar un poco más este paralelismo u otros otorgaría nitidez al relato.
Aprecio mucho tu homenaje, gracias por tu texto.
Gracias por comentar mi relato. Me ha gustado mucho, yo no sabía que estaba inspirado en hechos reales, y eso me deja impactada. Es un triste final para esos chicos y chicas, te deja pensando después de leerlo.
Te seguiré leyendo.
Saludos.
Un saludo y nos leemos!