martes, 25 de junio de 2019

Presentimiento

«No me afecta nada, todo lo dejo correr».
Fueron las últimas palabras que le escuché. Cuando corté, un presentimiento me invadió. La volví a llamar pero no obtuve respuesta.
Concurrí a su casa, cuando golpeé, se reiteró mi premonición.
La puerta se entreabrió y la vi parada con el rimel corrido, despeinada y una bata que acusaba abajo desnudez.
Me miró con encono. Estaba sumergida en un vértigo de pasión y sexo que yo había osado interrumpir.
Desde entonces nunca más seguí mis corazonadas.
A ella, la encontraron dos días después sumergida en la bañera, salpicada de sangre.

19 comentarios

  1. 1. Amilcar Barça dice:
    Caramba Galia, que ha quedado todo perdido. Gracias por tu visita, salu2
    Escrito el 17 junio 2019 a las 17:12
  2. 2. marazul dice:
    Hola Galia: un micro que cuenta una historia tremenda. Pero yo creo que lo importante aquí es más la actitud de la narradora (amiga, familiar…). Ese presentimiento que se hizo realidad. Describes una situación bastante real en donde “la ayuda” o bien, no es aceptada por la víctima, o bien llega tarde.
    Una buena historia en pocas palabras.
    Enhorabuena Galia
    Escrito el 17 junio 2019 a las 17:34
  3. 3. Laura dice:
    Hola Galia.
    No tengo nada que señalarte para mejorarlo, el texto basta por sí mismo en su totalidad.
    Cordiales saludos.
    Hasta la próxima propuesta.
    Escrito el 17 junio 2019 a las 20:13
  4. 4. Yoli dice:
    Hola Galia
    Gracias por tu visita y comentario a mi cuento #4 ¡Estoy segura que lo vi!
    Tu relato es muy real, me ha impresionado.
    ¡Nos seguimos leyendo!
    (¯`•¸•´¯)YOLI(¯`•¸•´¯)
    Escrito el 17 junio 2019 a las 20:17
  5. 5. IreneR dice:
    Buenas, Galia.
    Vaya giro final más inesperado, no se me había pasado por la cabeza y me ha tomado completamente por sorpresa. Muy bueno, aunque me ha parecido que queda un poquito telegráfico, es el problema de tener tan pocas palabras.
    Nos leemos.
    Un saludo.
    Escrito el 17 junio 2019 a las 20:58
  6. 6. Scott dice:
    Hola Galia.
    Con pocas palabras, un micro impactante.
    Enhorabuena.
    ¡Saludos!
    Escrito el 18 junio 2019 a las 13:47
  7. 7. dopidop dice:
    Buenas Galia,
    Gracias por pasarte por mi relato y por tus agradables palabras, aquí estoy devolviendo la visita 😉
    Muestras muy bien el nerviosismo del narrador, al tener esa corazonada de que algo va mal. De cómo se preocupa, de cómo va a su casa, para luego sentirse idiota, por que descubre que todo iba por otros derroteros.
    El final me parece genial. No me lo esperaba para nada.
    Personalmente juntaría un poco los párrafos, para dar una lectura mas fluida. Tanta pausa a mi me descoloca y me saca del relato.
    Por lo demás, me parece un texto muy bueno, e interesante.
    Un placer leerte!
    Escrito el 18 junio 2019 a las 17:56
  8. 8. Piquillín dice:
    Hola Galia: Me ha impactado el relato por lo crudo de la temática. Muy bien narrado.
    Escrito el 18 junio 2019 a las 19:12
  9. 9. Carla Daniela dice:
    Hola Galia!
    Wow, que relato! Si que me gustó! Si tiene que seguir sus corazonadas!!
    En cuanto a lo formal, no soy para nada experta, y quizas se trate mas de opinión que de otra cosa. La primer frase, creo que quedaría mejor con guion de dialogo, ya que esas comillas generalmente siginifican pensamientos. Y por otro lado, si la encontraron sumergida, creo que la palabra salpicada, no va muy bien, ya que en el agua no se podría ver si estaba salpicada o no, quizás seria mas real: sumergida en sangre, o algo así.
    Un gran saludo y nos leemos (N°100)
    Escrito el 18 junio 2019 a las 19:58
  10. 10. Mario Fernández dice:
    Hola, Galia:
    Excelente relato.
    Me ha gustado todo el. Sobre todo tu magnífica forma de describir las escenas y acciones.
    Lo único que cambiaría, coincidiendo con Carla, es el uso de guiones n ligar d comillas angulares. Esto es una opinión personal, tan válida como tu propuesta.
    Bravo!
    Mario (153)
    Escrito el 18 junio 2019 a las 22:35
  11. 11. María Rama dice:
    Hola Galia. Qué fuerte este microrrelato. Impactante.
    Coincido con Carla Daniela y diría… en la bañera, sumergida en su propia sangre.
    Felicitaciones!
    Gracias por tu visita a mi texto.
    Escrito el 18 junio 2019 a las 23:01
  12. 12. Otilia dice:
    Hola, Galia:
    Gracias por tu comentario.
    Tu micro toca un tema muy actual y muy duro. Buen trabajo.
    Me ha chocado la mirada de encono de la victima, ¿por qué? Y la frase “Desde entonces nunca más seguí mis corazonadas”, ¿qué aporta?
    Nos leemos. Saludos.
    Escrito el 19 junio 2019 a las 09:03
  13. 13. isan dice:
    Hola Galia:
    “Concurrí a su casa”. Me parece una frase mal construida. Al verbo concurrir le va mejor EN su casa. Quizás: Acudí a su casa. Después de casa mejor punto. Ambas opiniones mías sin mayor valor.
    “…una bata que acusaba abajo desnudez.” Yo cambiaría “abajo” por “su”. Lo mismo, opinión mía.
    “Concurrí a su casa, cuando golpeé…” Cambiaría la coma por punto para distinguir más ambas acciones.
    “…se reiteró mi premonición” Yo pondría confirmó en lugar de reiteró.
    En cuanto al fondo me ha gustado cómo has descrito la escena y me deja algún interrogante. El hecho de que le pille en un vértigo de pasión y sexo, per se, no es motivo de suicidio a no ser que entre ambos hubiera un compromiso. También pudiera ser que lo que aparenta suicidio sea un asesinato pasional tanto de quien cuenta la historia como de quien estaba con ella en la casa. Por esto me gusta.
    Un saludo.
    Escrito el 19 junio 2019 a las 17:38
  14. 14. Héctor López dice:
    El cuento se explica solo.
    buen trabajo, nada que quitar ni agregar.
    Escrito el 19 junio 2019 a las 17:53
  15. 15. El Apuntador Mudo dice:
    Hola Galia.
    Muy duro el relato, consigues jugar con los temores que a veces la estadística convierte en una penitencia de por vida. Buen relato.
    Como pequeña aportación, quizás cambiaría “y la vi parada con el rimel corrido,” por “asomó (apareció) con el rimel corrido”, para que la acción continuase con la amiga y no pasase a la protagonista. Pero es una apreciación muy personal.
    Me ha gustado el microrrelato.
    He disfrutado y he aprendido.
    Saludos, nos leemos.
    Escrito el 19 junio 2019 a las 19:44
  16. 16. Vespasiano dice:
    Hola Galia:
    Gracias por dejar tu comentario en mi relato.
    El tuyo me ha puesto la piel de gallina.
    Y ella que creía que era fuerte y que creía en el amor, se derrumbó desesperada. Cuanto daño podemos causar a una persona que ha depositado su confianza y su cariño en otra que posiblemente haya estado mintiéndole desde que le conoció.
    Enhorabuena por tu desgarradora historia.
    Felicidades.
    Escrito el 21 junio 2019 a las 18:50
  17. 17. Pia Daría dice:
    Hola Galia, un micro de suspense ¿quién asesinó a quién? es lo que más me gusta, no dejar claro, reflexionar sobre esa muerte. No hay mucho que aportar a todo los detalles de los compañeros para los cambios, tal vez el título. No repetirlo en el texto. Tengo entendido que en los micros el título completa la historia, es una parte fundamental. La indiferencia de ella y ese final es importante para buscar las palabras más adecuadas para el título.
    Un saludo
    Escrito el 23 junio 2019 a las 19:52
  18. 18. Josè maría dice:
    Hola Galia ,señalar que la palabra concurri no esta en la RAE.Ni la acepta el corrector de word. Por lo demás en cuanto al relato lo veo bien pero me queda una duda si al final se suicida o la asesinan.Un saludo mi relato está el 148
    Escrito el 24 junio 2019 a las 19:35
  19. 19. Osvaldo Vela dice:
    Hola Galia.
    Primero que nada, lo que quiero es agradecer tu visita a mi texto pues fuiste la primera en hacerlo
    Por fin llego a tu relato.
    Lo que yo prometí de en un rato devolver la visita se convirtió en una letanía.
    Estaba seguro de que ya te había comentado y al terminar el listado del mes me puse a revisar y me encuentro con que no lo había hecho.
    Coincido con los compañeros de taller conjugaste emociones, sentimientos pasiones de un tema complicado que abordas con valentía. Y todo, con una redacción clara que no merita cambios. lo que había que contar quedó plasmado. crudo pero claro.
    Te felicito.
    Saludos y un Abrazo.
    Escrito el 25 junio 2019 a las 02:56

martes, 18 de junio de 2019

La niña del chaleco adosado




Mariela consideraba a su hija suya, sólo suya y estaba dispuesta a moldearla a su imagen y semejanza. Como ella no había tenido oportunidad de estudiar, no la envió al colegio, como no tenía familia, desde pequeña se había criado en un orfanato, no le dio oportunidad de tener una.
A los cuatro años, ella solía adosarle a su pequeña Candela chalecos con bengalas que debía ingresar a las canchas de fútbol, lugares donde estaban prohibidas, pues sabía que nadie revisaría a una niña tan pequeña, de mejillas paspadas y largo cabello negro enredado sobre sus hombros; esa era su changa, le pagaban por esto; a los seis el chaleco contenía sobrecitos con cocaína, con esto logró incrementar sus ingresos. De esta manera, Mariela podía mantener a la niña y vivir sin grandes aspiraciones pero sin entrar en la indigencia.
Candela creció sin límites, sin educación, sin afectos. De un día para otro su madre desapareció y nunca más la volvió a ver. Algunos comentaban que estaba presa, otros que se había marchado con un rufián que no le permitió llevar a la niña. Ella fue acogida por unos vecinos que ocupaban un conventillo y eran anarquistas. Unos años más tarde, allí conoció al amor de su vida, diez años mayor que ella quien la invitó a recorrer el mundo. En ese derrotero llegaron a una aldea de Siria donde Paco, su novio, tenía su grupo de referencia, sus amigos de las redes, como él los llamaba.
Candela se obnubiló con los nuevos camaradas, no le importó que éstos la relegaran a un segundo plano, que la colocaran en una posición servil, le impresionaba lo agerridos que eran, lo provocadores, lo dispuestos que estaban a a dar la vida por su causa. Un día, la invitaron a participar y ella aceptó agradecida y orgullosa. Hasta le dieron una misión: debía viajar a Francia, París y visitar el mercado de Navidad. La propuesta le fascinó. En la ciudad gala se encontró con unos integrantes de este grupo que la estaban aguardando. El día previsto para llevar a cabo el encargo, le pusieron un chaleco lleno de explosivos. Con ternura Candela recordó a su madre muerta y sus chalecos que contribuían a brindar alegría, ella era justamente eso, una traficante de alegría. La vida le daba la oportunidad de volver a serlo. Se dirigió a la meta fijada y cumplió la orden como lo había hecho siempre.
Los medios narraron su muerte y se refirieron a ella como “La chica del chaleco adosado”