Interrogantes
¿Qué
dejan al marcharse los padres?
Un
abismo de orfandad, de dolor, de añoranza.
¿Qué
dejan cuándo parten a otras latitudes los hijos?
Un
hueco, un vacío, un espacio intangible.
¿Qué
deja cuándo se extingue nuestra juventud?
Tristeza,
remembranzas de viejos amores.
Sentimientos
todos que acompañan nuestros sueños,
que
recorren nuestra piel.
Y en
ese desvarío me provoco extrañeza,
me
desconozco, tantas veces.
Me
despierto
y me
encuentro aherrojada en un mundo que no elegí,
vulnerable,
extraña.
Busco
integrarme, pertenecer,
dejar
la isla que bloquea mis sentimientos.
Busco
salvarme y ahogar mi soledad.
La
noche me trae visiones de un mundo utópico
y en
mi duermevela modifico mi realidad,
la
moldeo a medida de mis ilusiones.
Campanadas
de certidumbre
repican
cantos de esperanza.
Miro
tras la ventana y observo el porvenir,
pájaro
que aletea sueños y trina despertares.